La acreditación se puede definir como el acto mediante el cual, una agencia acreditadora, externa a la universidad, reconoce que un programa satisface los estándares mínimos establecidos.
El proceso de acreditación viene a ser la respuesta institucionalizada a los cuestionamientos de la sociedad en relación con la calidad de la educación y también en el caso de la educación pública, rendición de cuentas sobre la inversión que realiza el Estado en este sector. La acreditación constituye un criterio válido e independiente que avala el grado de idoneidad de una institución o programa educativo, lo que además permite compararlo, en alguna medida, con otras instituciones. Por otro lado, los organis­mos de acreditación deben ser avalados o refrendados por órganos sectoriales, regionales o mun­diales, que articulan y armonizan su accionar. En el caso de nuestra región, ya existen varios entes acreditadores a nivel de los países. Para el caso de Panamá ya contamos con el CONEAUPA- Consejo Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria de Panamá, por lo que resulta deseable y beneficioso el funcionamiento de mecanismos regionales que "armonicen", articulen e integren el esfuerzo de diversas instituciones y organizaciones en el ámbito centroamericano, y den validez internacional a la acreditación de la calidad de la educación superior
que se realiza en los distintos países de la región.