El impacto de la pandemia por covid-19 en el abandono temprano de los estudios superiores
Abstract
El abandono temprano de los estudios superiores es uno de los principales indicadores que se utilizan para evaluar el desempeño de las instituciones de educación superior, tanto desde los aspectos ligados a la eficiencia como de las políticas de retención a las que afectan los recursos de que disponen.Durante el año 2020, debido a la propagación de un nuevo coronavirus, el SARS-CoV-2, que causa la enfermedad denominada COVID-19, se declaró una pandemia a nivel mundial que obligó utilizar la modalidad remota para continuar con los procesos educativos.En la República Argentina, el subsistema universitario de gestión pública posibilita el acceso a la educación superior sin ningún tipo de aranceles y con diversidad de sistemas de ingreso que propenden a no restringir el acceso a este nivel educativo.La Universidad Nacional de Luján (UNLu), es una de las universidades públicas de Argentina, se llevó a cabo un estudio de once cohortes, entre los años 2000 y 2010, en el que se calculó que la tasa de abandono temprano fue, en promedio, del 46,7%. Durante los últimos años, distintas políticas y programas que se orientaron, principalmente, a quienes se encuentran cursando el primer año de las carreras de grado y pregrado lograron producir una disminución de esta tasa, y por consiguiente mejorar la retención en el primer año de estudios, llegando al 42,71% de la matrícula en el año 2019.Ante la imposibilidad de continuar con la modalidad presencial, debido a la situación de pandemia, durante el año 2020 y buena parte del 2021, se estudió cual fue el efecto que produjo en el abandono temprano de la cohorte 2020 dado que se tuvieron que utilizar las Tecnologías de la Información y la Comunicación para sostener el proceso educativo.Al mismo tiempo, se aplicó una encuesta a los ingresantes de dicha cohorte que abandonaron los estudios durante el 2020 para identificar se el cambio en la modalidad educativa fue la causa que los llevó a tomar la decisión de no volver a cursar materias al año siguiente.Se observó un crecimiento del 15,85% de la Tasa de Abandono Temprano, respecto del valor calculado para el año 2019 retrocediendo respecto de la mejora que se había logrado entre los años 2014 a 2019.Al indagar en quienes abandonaron respecto de la relación entre la falta de presencialidad y la decisión de interrumpir los estudios, la mayoría de quienes contestaron la encuesta, cercano al 80%, atribuyen totalmente o en parte a la modalidad de cursado remota la decisión de abandonar de manera temprana. También se pudo relevar que el 15,9% de quienes abandonaron no tuvo acceso a dispositivos tecnológicos para poder continuar cursando y el 12% no pudo disponer de conexión a internet.Si bien los resultados de esta encuesta son aún preliminares, dado que a la fecha contestó la misma el 13% de los abandonantes de la cohorte 2020, los resultados que se obtienen de la misma permiten identificar las principales limitaciones con que se encontraron los estudiantes al pasar de la modalidad presencial a la modalidad remota. Auspiciosamente, más del 42% manifiestan intención de retomar los estudios superiores cuando se vuelva a la modalidad presencial.