Miedo en el corazón
Abstract
¡No te asomes que da miedo! Mamá me lo advirtió justo cuando solté su mano, nada más entrar, y mi corazón estallaba de alegría al estar por fin allí, en La Gran Feria de Panamá. Fuimos caminando desde la casa de mi abuela Carmen, a la que acabábamos de mudarnos, y ella estaba en el balcón despidiéndonos, tengan cuidado, decía siempre, y allí en la Feria nos esperaban mi tía Gaby y mi primo Carlitos al que llamaba así por costumbre aunque fuese a cumplir trece. Yo quería ser como él, libre, rebelde y valiente. Sobre todo valiente.