La fotografía de Juancito
Abstract
Aquel día parecía uno más para Juancito, estaba dando de comer a las gallinas, como cada mañana. Juancito lanzaba con mucha energía un puñado de maíz, las gallinas reaccionaban asustadas, pero rápidamente se recuperaban e iniciaban un frenético picoteo, que Juancito observaba con mucho cuidado, tratando de entender la naturaleza de este animal, que como otros de la finca y del monte le causaban mucha curiosidad. Así Juancito aprendía de primera mano en esta maravillosa escuela, observando y pensando. Lazaba otro puñado de maíz con fuerza y se repetía de nuevo aquel ritual mañanero. Juancito estaba observando el comportamiento de las gallinas con suma atención como siempre; cuando desde la cocina de su pequeña casa de madera, escuchó la voz de su madre que gritó, -Juancito alístese, que lo vamos a dejar con su tía Selsa.