Todas nosotras tus voces
Abstract
Mamá no está bien. Cuando estira el brazo para alcanzar el azucarero, su mano tiembla y tintinean las siete pulseras de oro que lleva puestas desde su boda. La estoy visitando más a menudo ahora que mi hermana se ha ido, que mu-rió papá, que las tías no vienen y los vecinos la ignoran. La visito más a menudo porque sólo que-dan los perros en el patio, tendidos al sol sobre cemento y heces. Alguien tiene que limpiar. Mamá ya no puede o ha perdido el interés. Mamá se lleva la taza a los labios y sorbe – sonora - el café caliente.