Dos cuentos, ME DUELEN LAS MANOS / RÉQUIEM PARA DOS EN VIERNES
Resumen
Me siguen doliendo las jodidas manos, y así seguirán. No las culpo: bastante sufrieron las pobres, y sé que no fueron hechas para moler como molieron. Y es que los troncos más recios, a fuerza de abuso, colapsan. Se rajan vertebras, cañas, se gastan fibras y se estropean los pulmones en el camino. Ahora ando con cuidado, no quiero que se me rompa el cuerpo.
Desde que me levanto hasta que me acuesto, un dolor sordo, un dolor grueso y ronco, me tortura con persistencia. Es un eco grande allá en lo profundo de los huesos que me recuerda en las mañanas, que ya se me acabó la fiesta.
Desde que me levanto hasta que me acuesto, un dolor sordo, un dolor grueso y ronco, me tortura con persistencia. Es un eco grande allá en lo profundo de los huesos que me recuerda en las mañanas, que ya se me acabó la fiesta.