Ilusión
Resumen
Mi Ilusión e levanto cada día más temprano y me toma cada vez más decidir qué ponerme. La esperanza me ayuda a flotar a clases media hora antes, por si acaso. El suplicio comienza (o termina, depende de cómo lo mire) cuando sus ojos café hacen su aparición (nunca tan temprano como me espero).
Casi no hablo (porque mi garganta se ha quedado seca), pero aun así, no soy lo suficientemente fuerte como para resistir la tentación de voltearme a mirarlo. Cuento las veces. Una. Dos. Siete. Veintitrés. Soy triste y patética, lo sé. Me pregunto qué hice para convertirme en esta persona. Nunca quise ser así.
Casi no hablo (porque mi garganta se ha quedado seca), pero aun así, no soy lo suficientemente fuerte como para resistir la tentación de voltearme a mirarlo. Cuento las veces. Una. Dos. Siete. Veintitrés. Soy triste y patética, lo sé. Me pregunto qué hice para convertirme en esta persona. Nunca quise ser así.