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dc.contributores-ES
dc.creatorQuirós Athanasiadis, Lupita
dc.date2016-10-11
dc.date.accessioned2017-08-16T15:53:44Z
dc.date.available2017-08-16T15:53:44Z
dc.identifierhttp://revistas.utp.ac.pa/index.php/maga/article/view/787
dc.identifier.urihttp://ridda2.utp.ac.pa/handle/123456789/2618
dc.descriptionAunque estaba hospedada en un hotel cinco estrellas de la ciudad de La Habana, Vilma se despertó esa mañana con el canto de un gallo. Curiosa, lo primero que se le ocurrió fue indagar en la recepción. Cuando lo hizo, y todavía con la telefonista en la línea negándole tal posibilidad, el gallo cantó por segunda vez. Supo que la chica lo había escuchado a través del teléfono, porque de pronto enmudeció. Sin embargo, reunió coraje para preguntarle, con riguroso respeto, si no sería que la señorita lo habría soñado. Vilma era una periodista española que recién llegaba a vacacionar desde el Viejo Continente. Por tanto estuvo de acuerdo con lo que se decía de los americanos, que eran, para decirlo en una palabra: surrealistas.es-ES
dc.formatapplication/pdf
dc.languagespa
dc.publisherCultural Magaes-ES
dc.relationhttp://revistas.utp.ac.pa/index.php/maga/article/view/787/810
dc.rightsinfo:eu-repo/semantics/openAccess
dc.rightshttps://creativecommons.org/licenses/by-nc-sa/4.0/
dc.source1018-1563
dc.source1018-1563
dc.sourceCultural Maga; Vol. 62, Núm. 1 (2008): Revista Maga; 22-24es-ES
dc.subjectculpaes-ES
dc.titleLa culpa fue del danzónes-ES
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/article
dc.typeinfo:eu-repo/semantics/publishedVersion


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  • Vol. 62, Núm. 1 (2008): Revista Maga [29]
    Una vez más, después de su aparente desaparición definitiva tras jubilarme como Coordinador de Difusión Cultural de la Universidad Tecnológica de Panamá en agosto de 2007, la revista MAGA vuelve a resucitar. Y esta vez, según parece, para quedarse. Un oportuno acuerdo con las nuevas autoridades de la U.T.P., institución a la que he decidido ceder los derechos de esta publicación iniciada por mí en febrero de 1984 e interrumpida por razones fundamentalmente económicas en tres ocasiones a lo largo de los años, permite augurar de ahora en adelante una larga vida a esta esforzada publicación cultural.

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