LA PROFECÍA/ EL CIRCO/DE CÓMO EL CAPÍTULO XVII NO FUE EL ÚLTIMO
Resumen
Quichireya, el más venerable de los brujos cuevas, a quien la leyenda presume inmortal, inhala el humo de la hierba. El ojo de su mente se abre y ve la danza del Dios. Todo lo que fue, es y será, aparece ante este ojo. El cacique pregunta lo que concierne a su gobierno. Cuando termina, el oráculo queda al servicio de su mujer. —¿Qué forma tiene el mundo?—inquiere ella. La verdad le es mostrada: —El mundo es un mar infinito—responde Quichireya—y en medio de éste hay una porción de tierra emergida, con la forma de un jaguar color jade.