La gargantilla de plata
Abstract
El orfebre, reconocido en la comarca por su delicadeza y esmero, vivía con su mujer en la más retirada casita del pueblo y hasta allá se acercaban los que querían encargarle un trabajo delicado o una reparación de joyería. Pero a quien no le urgiera ir en busca de su inestimable trabajo, jamás lo visitaría porque todos odiaban el carácter desagradable de Dora, su mujer, y lo mal que trataba al pobre viejo. Ella tenía compulsión por la limpieza, por eso siempre se la veía con una escoba en la mano.