La otra
Resumen
Clara. Su abuela le había hecho un favor insistiendo en que le pusieran ese nombre. A ella le gustaba todo lo transparente, limpio, puro, en fin, ¡como su nombre! Se miró al espejo y empezó a maquillarse. Mientras esparcía lenta y cuidadosamente la base color miel sobre su piel pálida, intentó recordar con mayor precisión su sueño. ¿Había sido un sueño o es que de algún modo inexplicable alguien se comunicaba con ella?¿De quién era esa voz que le resultó desconocida, pero a un tiempo familiar que la impulsaba a cambiarlo todo, a dudar de su naturaleza y a llegar hasta lo inconfesable? ¡Ah, las certidumbres humanas, ese escenario tan volátil e inconstante! -¡nunca cerrado ni definitivo! - pensó mientras se miraba al espejo-. Recordó su emoción cuando Rodrigo la contrató para interpretar a una compradora de falsificaciones de arte advirtiéndole que debía encubrir su identidad.