Señor de piedra
Resumen
Desde que abrí los ojos supe que hoy sería un día diferente. Aunque me recibió el mismo cuarto solitario y el cansado sonido del viejo despertador, sabía que hoy sería diferente. Como autómata caminé hasta la cocina, prendí la cafetera y esperé que el aroma del café me poseyera; era uno de los pocos placeres que realmente conservaba. Hacía más de cinco años que no fumaba, las grasas y azúcares me estaban prohibidos y de la compañía de un hombre no disfrutaba desde…¿cuánto tiempo había pasado?