Poemas de Maria Augustina Hincu
Resumen
A veces me pasa que dejo
abierta la puerta de mi corazón.
En este momento la gente, codiciosa,
llena su mirada de mí,
hasta tal punto que cuando me miro,
veo ojos en todas partes: sobre mi
pecho, mi mano, mis rodillas.
Y los días vividos, como una cadena, me
siguen:
las palabras se mezclan con el rocío
y las heridas con el crepúsculo.
abierta la puerta de mi corazón.
En este momento la gente, codiciosa,
llena su mirada de mí,
hasta tal punto que cuando me miro,
veo ojos en todas partes: sobre mi
pecho, mi mano, mis rodillas.
Y los días vividos, como una cadena, me
siguen:
las palabras se mezclan con el rocío
y las heridas con el crepúsculo.