Ella y... la otra
Abstract
Muchas estaciones bajo la lluvia que se tor-nó en lágrimas y bajo la nieve que convirtió su hermosa cabellera en grises mechones. Manos que nunca estuvieron ociosas, expertas en arar, sembrar, cardar, cargar niños, segar la mies, rajar leña... Cuerpo inclinado que ya no recordaba la ter-nura. Todo en ella retrataba un medio siglo de capear temporales, guerras, familia y viudez. Solo el recuerdo de esporádicos momentos de una fugaz niñez feliz ponía como estrellas en la noche de sus hermosos y fieros ojos... La madre, solo un símbolo, a la cabecera de la mesa o, como ahora, junto al rescoldo del fogón ya solo cenizas.