La soledad se refleja por sí sola
Resumen
Lo supe desde el primer momento que te vi, que tú, mi reina, estabas destinada al sufrimiento.
A los otros los puedes engañar con tu sonrisa de finalista de concurso de belleza, pero yo te conozco muy bien: Eres imperfecta. Ni tu carita ni tu cinturita pueden ocultarlo. Parece que después de tanto tiempo de vivir juntos, aún no comprendes que te conozco mejor que tú misma.
A los otros los puedes engañar con tu sonrisa de finalista de concurso de belleza, pero yo te conozco muy bien: Eres imperfecta. Ni tu carita ni tu cinturita pueden ocultarlo. Parece que después de tanto tiempo de vivir juntos, aún no comprendes que te conozco mejor que tú misma.