Taller de integración a la vida universitaria: herramienta guía para el primer año de vida universitaria
Abstract
Los estudiantes universitarios en Colombia cada vez llegan más jóvenes a formarse como profesionales. En la Universidad Santo Tomás, los datos de caracterización permiten identificar que hasta un 60% de los estudiantes que ingresan a primer semestre, se encuentran en un rango de edad entre 15 y 17 años, seguidos por aquellos que se ubican en el rango de 18 a 20 años; paulatinamente se ha evidenciado la misma dinámica en los programas de jornada nocturna y a distancia donde ingresan personas cuyas edades oscilan en los rangos anteriormente descritos. Esto ha movilizado institucionalmente a la construcción de estrategias orientadas a fortalecer el subproceso de ingreso en el marco del modelo de Desarrollo Integral Estudiantil, que explica cómo se concibe el acompañamiento y la promoción de los estudiantes tomasinos a lo largo del ciclo vida universitaria.
Desde el proceso de admisión, se han identificado elementos denominados observaciones de ingreso los cuales permiten generar una línea base con los estudiantes en tanto aspectos académicos, socioeconómicos y de orientación socio – ocupacional, los cuales facilitan focalizar la población para intervenir de manera oportuna generando estrategias de acompañamiento. Estas se clasifican en tres grandes categorías: Los académicos hacen referencia a la historia escolar de los estudiantes, los resultados obtenidos en la educación secundaria y media; los socioeconómicos a aquellos datos de sociodemográficos relacionados con su núcleo familiar que pueden incidir en el sostenimiento durante la formación; finalmente se encuentran los relacionados con los procesos de elección de los programas académicos y cómo se articulan estos con los proyectos personales de los estudiantes.
En el marco de este subproceso de ingreso, para intervenir de forma oportuna y pertinente las diferentes variables que inciden en la permanencia de los estudiantes, especialmente aquellos que se encuentran en primer año, se diseñó el taller de integración a la vida universitaria en el cual participan todos los estudiantes de primer semestre de los 21 programas de pregrado con los que cuenta la Sede Bogotá. Para garantizar la participación de los estudiantes, se realiza en articulación con el espacio académico de Filosofía Institucional correspondiente al Departamento de Humanidades y Formación Integral; resaltando este último aspecto, resulta relevante enmarcarlo como parte del proceso de desarrollo y afianzamiento del proyecto de vida de cada uno de los estudiantes.
El protocolo está diseñado para dos sesiones, de la siguiente forma: en la primera se realiza una evaluación de las áreas de ajuste por parte de los estudiantes, así como una matriz de reconocimiento de aprendizajes y finalmente se plantean compromisos de trabajo individuales; en la segunda sesión se analizan los resultados académicos obtenidos, se evalúa el proceso de formación que han adelantado y se construye el Plan de Carrera, el cual se convierte en la herramienta de trabajo para los docentes de acompañamiento estudiantil de los programas académicos. Este brinda la posibilidad de identificar las áreas donde los estudiantes pueden ser acompañados, de forma que se activa la red de apoyo institucional; por otro lado facilita el seguimiento al proyecto de vida individual, especialmente de aquellos que se encuentran con observaciones de ingreso. Tener acierto al empezar, como lo menciona la oración de Santo Tomás para el estudio, incrementa las probabilidades de permanecer y participar dentro de los escenarios de la vida universitaria, complementando la formación integral de los estudiantes tomasinos.
Como resultado, se ha obtenido un incremento en los resultados académicos para el segundo y tercer corte académico de los estudiantes de primer semestre, la intervención oportuna con la selección de los programas y finalmente el compromiso de los estudiantes frente a la construcción y consecución de sus planes de carrera.
Desde el proceso de admisión, se han identificado elementos denominados observaciones de ingreso los cuales permiten generar una línea base con los estudiantes en tanto aspectos académicos, socioeconómicos y de orientación socio – ocupacional, los cuales facilitan focalizar la población para intervenir de manera oportuna generando estrategias de acompañamiento. Estas se clasifican en tres grandes categorías: Los académicos hacen referencia a la historia escolar de los estudiantes, los resultados obtenidos en la educación secundaria y media; los socioeconómicos a aquellos datos de sociodemográficos relacionados con su núcleo familiar que pueden incidir en el sostenimiento durante la formación; finalmente se encuentran los relacionados con los procesos de elección de los programas académicos y cómo se articulan estos con los proyectos personales de los estudiantes.
En el marco de este subproceso de ingreso, para intervenir de forma oportuna y pertinente las diferentes variables que inciden en la permanencia de los estudiantes, especialmente aquellos que se encuentran en primer año, se diseñó el taller de integración a la vida universitaria en el cual participan todos los estudiantes de primer semestre de los 21 programas de pregrado con los que cuenta la Sede Bogotá. Para garantizar la participación de los estudiantes, se realiza en articulación con el espacio académico de Filosofía Institucional correspondiente al Departamento de Humanidades y Formación Integral; resaltando este último aspecto, resulta relevante enmarcarlo como parte del proceso de desarrollo y afianzamiento del proyecto de vida de cada uno de los estudiantes.
El protocolo está diseñado para dos sesiones, de la siguiente forma: en la primera se realiza una evaluación de las áreas de ajuste por parte de los estudiantes, así como una matriz de reconocimiento de aprendizajes y finalmente se plantean compromisos de trabajo individuales; en la segunda sesión se analizan los resultados académicos obtenidos, se evalúa el proceso de formación que han adelantado y se construye el Plan de Carrera, el cual se convierte en la herramienta de trabajo para los docentes de acompañamiento estudiantil de los programas académicos. Este brinda la posibilidad de identificar las áreas donde los estudiantes pueden ser acompañados, de forma que se activa la red de apoyo institucional; por otro lado facilita el seguimiento al proyecto de vida individual, especialmente de aquellos que se encuentran con observaciones de ingreso. Tener acierto al empezar, como lo menciona la oración de Santo Tomás para el estudio, incrementa las probabilidades de permanecer y participar dentro de los escenarios de la vida universitaria, complementando la formación integral de los estudiantes tomasinos.
Como resultado, se ha obtenido un incremento en los resultados académicos para el segundo y tercer corte académico de los estudiantes de primer semestre, la intervención oportuna con la selección de los programas y finalmente el compromiso de los estudiantes frente a la construcción y consecución de sus planes de carrera.