Vol. 64, Núm. 1 (2009): Revista MagaCada reaparición de Maga, revista panameña de cultura, convertida ahora en órgano semestral de expresión literaria de la Universidad Tecnológica de Panamá, representa para las letras panameñas, y por extensión para las hispanoamericanas, una modesta pero significativa conquista de nuevos espacios que, como es sabido, en nuestro medio no abundan, y que en general, por desgracia, muy poco se valoran. Sin embargo, sabemos que el contenido de nuestras páginas es sumamente apreciado por autores y lectores cultos, quienes se mantienen fieles a este esfuerzo editorial, ya que entienden la relación literatura-vida, y porque saben que se trata de la única revista literaria del país. De ahí nuestra entusiasta perseverancia y tenacidad a lo largo de los años.https://ridda2.utp.ac.pa/handle/123456789/28322024-03-19T07:26:22Z2024-03-19T07:26:22ZCuritas / Lipstick / Otro hilo de Ariadna / AM / PM / El reglamento se cumple / Vacante / La mujer que vuelve al mundohttps://ridda2.utp.ac.pa/handle/123456789/27872019-12-06T14:49:41ZCuritas / Lipstick / Otro hilo de Ariadna / AM / PM / El reglamento se cumple / Vacante / La mujer que vuelve al mundo
La mujer que vuelve al mundo
observa, desde la copa de un
árbol,
su exilio.
Todos los índices nos señalan:
lunáticas, pecaminosas, agresivas,
incendiarias, cleptómanas,
asesinas.
Somos las brujas neuróticas.
La Edad Media nos caza.
El rey del truco soy yohttps://ridda2.utp.ac.pa/handle/123456789/27852019-12-06T14:49:40ZEl rey del truco soy yo
—¡Ya puedo oler su pensamiento, caballero!— apareció el indigente desde la banca cercana a los arbustos. El hombre del sombrero de paja saltó del susto, pero su mirada quedó clavada en aquel raro personaje, ambiguo, desaliñado, con un aura grandiosa.
—He visto la forma en que observas al parlamento nacional… Sí, ese edificio vetusto sinónimo de corrupción, engaño y burla hacia el pueblo, en donde en vez de crear leyes decentes para el beneficio del estado que representan, sólo se garabatean escritos inservibles que a nadie benefician más que a todo el que está en el poder, pero el pueblo no olvida sus burlas abrasadoras.
—En efecto, todo lo que dice es cierto. No hay que ser tonto para darse cuenta de que el que pisa ese recinto queda inscrito en el libro de la corrupción— respondió el hombre del sombrero de paja—.
Tranquilitohttps://ridda2.utp.ac.pa/handle/123456789/28012019-12-06T14:49:40ZTranquilito
Juan Pablo es un niño menudito, pelo chocolate, abundante, y ojos grandes color café. Él es muy amigo de la lluvia, de las flores y de los árboles. Vive con su madre y su abuela, en una casa que tiene un gran jardín.
En realidad no es muy grande, pero Juan Pablo lo siente grande y eso es lo importante. Un día, Juan Pablo quiso hacerse amigo de los pájaros, porque se divertía con sus trinos y sus competencias de canto entre las ramas. Así que se fue a buscarlos debajo de las frondas de los almendros, donde acostumbraban reunirse los azulejos, los sangre de toro, los colibríes y las mariposas.
La primera citahttps://ridda2.utp.ac.pa/handle/123456789/28032019-12-06T14:49:41ZLa primera cita
Estoy más nerviosa que la primera vez que fui al ginecólogo. Hasta se me ha presentado un tic nervioso en el ojo izquierdo. Mis amigas están alborotadas desde que les conté de la llamada: —Hola, con Susana, por favor. —Con ella habla. —Susana, qué gusto saludarte, te habla Horacio Bermúdez, ¿me recuerdas? Nos conocimos hace un mes en el Seminario de Calidad Total. —Claro que sí, Horacio. ¿Qué cuentas? —El otro día te vi de lejos en el cine, pero ibas muy bien acompañada. Tu novio de seguro. —No. Nada de eso, es mi vecino Julián, somos muy buenos amigos. —Me alegro. Sabes me gustaría invitarte a tomarnos unas copas para poder conversar. —Por mí, perfecto. —Ok. Te llamo el viernes para que me des la dirección. Paso por ti como a las nueve. —Hasta el viernes, entonces. Chao.