La Responsabilidad Social Universitaria se ha adoptado como un modelo de gestión que se ha venido promoviendo en los últimos años, para François Vallaeys (FV), uno de sus principales exponentes la define como “una reflexión de la institución académica sobre sí misma en su entorno social, un análisis de su responsabilidad y sobre todo de su parte de culpabilidad en los problemas crónicos de la sociedad”, incitando a las Universidades generar políticas de gestión donde las tres funciones sustantivas (investigaciones, docencia y proyección social) reciban un trato equitativo que garantice el cumplimiento de los objetivos y de esta manera se integren armónicamente en el gran cometido educativo que tiene la Universidad como institución de educación superior, al reconocer que la Universidad es responsable por los impactos que esta genere en la vida de su comunidad académica y especialmente en la vida de sus estudiantes. Desde esta mirada la RSU se convierte en una herramienta de integración que permite la vinculación de los aspectos académicos y humanos para generar soluciones concretas a los principales problemas de las universidades entre ellas el abandono. Este modelo genera un reto para las instituciones porque facilita la construcción de escenarios en donde se vincula la participación de la comunidad académica, lo que implica la construcción de una Universidad mucho más trasparente, ética, con un gobierno corporativo mucho más organizado que comprende las necesidades del estudiante y se vincula de manera directa a trabajar de forma conjunta no solamente los aspectos académicos, sino los humanos. Es así como la Universidad La Gran Colombia (UGC) ha implementado dentro sus líneas estratégicas a la Responsabilidad Social Universitaria, con el objetivo de comprender y atender los problemas presentes tanto al interior como al exterior del contexto universitario, en este sentido, debemos entender que estos problemas no dependen como lo dice Morin: “solo de negociones y de decisiones políticas, sino de la inteligencia social de conjunto” (Morin, 1990, p.54). En este sentido la responsabilidad social universitaria (UGC) deja de ser una propuesta activista y netamente altruista para convertirse en la dirección hacia donde debe propender cada uno de los esfuerzos de la Universidad.